El excremento que los perros y gatos dejan en el piso es más que oloroso y feo… ¡éste contamina nuestra agua y representa un riesgo para la salud de las mascotas, de la gente, y especialmente la de los niños! ¡Es importante que siempre se acuerde de recoger el popó de sus mascotas y disponer de éste apropiadamente!